Sensible, sentimental, amoroso, romántico, siglo XIX… Los ciervos aman el amor y viven por él, así que su pareja es lo más importante. Tienen mucho amor para dar y, sí, lo dan todo, pero también esperan lo mismo.
Los ciervos tienen mucha fuerza de voluntad y suelen ser inocentes hasta el punto de que a veces abusan de su ingenuidad. Esta sensibilidad que mencionamos está intrínsecamente ligada al arte y a los ideales de belleza, por lo que suelen ser buenos artistas, pintores, poetas o diseñadores. Idealizan el amor y lo convierten en su principal objetivo en la vida, de modo que cuando se decepcionan, la «carta de triunfo» suele ser tan dramática como el principio de Bambi.